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¡Buenas a todos! Lo sé, se que es un poco tarde del estreno para subir una entrada estando a dos días de la siguiente representación, pero bueno, más vale tarde que nunca, ¿no?

Venía a contaros cómo fue, y cómo vivimos el estreno de Oliver! Cuanto menos, emocionante. Llegamos a las 10 de la mañana, cargados de ropa hasta las trancas. Confieso que a partir de aquí lo tengo todo un poco difuso. El caso es que dejamos todos la ropa en los baños (sí, nuestros "camerinos" son los baños del instituto, problem??). 

Antonio con la mesa de mezclas...
Más tarde estuvimos un rato haciendo el parias mientras venía el director. Veréis, el tema es que los técnicos estaban probando sonido y nos pusimos a representar la obra improvisadamente, siendo papeles ajenos a los nuestros en la mayoría de los casos. Desde luego "Oliver corriendo" fue lo más parodiado de la mañana. Al parecer se cansaron y pusieron música en plan fiesta después. Hacer el Harlem Shake fue muy divertido.


Tamara (micros)
Equipo Técnico
Por fin llegó el director. No explicó donde se iba a colocar finalmente todo el atrezzo e hicimos un ensayo general sin vestuario. Esto para el Fagin que iba a estrenar, no fue una buena noticia. Tuvo un problema y asistió a no los suficientes ensayos: el director tomó la decisión de que el Fagin del otro elenco actuase por él, una pena.

¡Por fin empieza a entrar la gente! De pronto en veinte minutos está el teatro casi lleno. La tensión por falta de tiempo de la Sra. Soweberry, los niños de Fagin extasiados, y los nervios en general hacía que se respirase un ambiente especial. ¡Digno de un día de estreno!

Antes de empezar subimos al hall y nos cogimos todos de la mano en señal de unidad. Nuestro director, David, (y quizá me odie por poner esto) nos contó que Oliver! fue el primer musical que hizo cuando tenía 12 años, y era muy importante para él hacerlo y que hubiese salido como había salido, recalcando, como todos nos han dicho siempre, que el resultado es para nosotros. La obra es de todos los que estamos ahí.


¡Nosotros! (Saludos)





















Como señal para darnos suerte y de que es hora de empezar gritamos "¡Mucha mierda!". Todo fuimos a abrazar a nuestro director, que se había desbordado en lágrimas. Fue muy emotivo.

Lo siguiente fue genial, aunque no me sentí bien, pues creo que podría haberme salido mejor la actuación, pero, ¡es igual! Me puse nervioso segundos antes de salir a escena (echaba de menos esa sensación), la quité el micro a Nancy sin querer, David  hizo su mágica representación en tela acrobática, Fagin lo clavó (como siempre), nos dimos abrazos al terminar la obra, vimos a nuestros amigos, nos felicitaron desconocidos... El teatro tiene algo mágico que una a las personas. Algo que es capaz de llevar al público a otro mundo de la mano de un equipo. Algo que es capaz de sacar opiniones y sonrisas, sea de la manera que sea.

Os dejo con unas imágenes de la obra, para que juzguéis por vosotros mismos:
Niños en "Considérate



Fagin con su tesoro


Bill Sykes en "Mi Nombre"
Los Sowerberry
Revisemos la situación...

Nancy en "¡Vaya Vida!"
Los jorobados del hospicio de Leinsboroug 

"Birlando una cartera o dos"
¡Una luz para vuestras sombras! =)

Shathu.

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